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El ejemplo de Carmen Valero | Opinión

El pasado 2 de enero, me llegó la noticia del fallecimiento de la grandísima Carmen Valero. Me conmovió; no podía entender cómo alguien tan joven —68 años— y tan gran deportista podía haber muerto. Solo unos meses mayor que yo, me recuerdo, apenas adolescente, viendo correr a aquella catalana, embarrada, sucia y preciosa. La admiré como mujer y como deportista, y mi admiración fue creciendo con el paso del tiempo cuando llegué a apreciar lo que había logrado a pesar del nulo apoyo de los estamentos deportivos de la época. Supongo que de ocurrir hoy hubiera ganado los premios más importantes del deporte, y hubiera asegurado su futuro con patrocinios y la fama, pero le tocaron tiempos oscuros que ella, con su solo esfuerzo, convirtió en algo más luminoso. Descanse en paz, y siempre estará en el recuerdo de muchos admiradores.

Pedro Miguel Ruiz López-Rancaño. Alcalá de Henares (Madrid)

Un triste espectáculo

Veo las imágenes en televisión de personas, ataviadas con banderas de España y enseñas franquistas, golpeando con saña, odio y rabia a un muñeco que representaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y siento tristeza, miedo y lástima. Tristeza, porque esas imágenes me llevan a unos tiempos que pensaba ya superados. Miedo, porque me imagino a esas personas, si tuvieran un mínimo de poder, lo que serian capaces de hacer. Y lástima por esa gente, porque hay que tener una vida muy triste para que lo único que se te ocurra para despedir el año sea mostrar la parte más fea y detestable del ser humano.

Sebastián Navarrete Molina. Fuenlabrada (Madrid)

El feliz regreso de Rafa Nadal

La reaparición tras un año de ausencia del mejor deportista español de la historia es el mejor augurio para este recién estrenado 2024, en el que hemos vuelto a disfrutar del mazo de su derecha y del eterno e innegociable compromiso con el esfuerzo y sacrificio que despliega en la pista. Con independencia de los resultados que nos depare el feliz regreso de Rafa Nadal, tenemos que sentirnos afortunados de poder seguir contemplando al mayor gladiador del deporte en la que se presume su última temporada, demostrándole todo el agradecimiento posible por haber sido parte fundamental de una época irrepetible que trasciende incluso los códigos deportivos.

Daniel García Delicado. Albacete

Un ser que comienza

Hay cosas que damos por sentadas. Que no nos paramos a pensar cómo ocurren; simplemente sabemos que sucederán y las dejamos pasar. Tengo un niño de dos años que está empezando a hablar. Me fascina cuando le veo hacer frases y conjugar verbos. ¿En qué momento su cerebro hace tales procesos? ¿Cómo sabe cuándo tiene que preguntar y cuándo afirmar? ¿Cómo recuerda tanto vocabulario? ¿En qué momento del día comenzó a usar los adverbios tampoco y también? La maravilla del ser humano es inabarcable. Qué pena que las cosas tan importantes las tengamos tan asumidas que no nos paremos a venerarlas y busquemos fuera de la propia naturaleza humana avances cuando todos están en un ser que comienza.

Carla Martínez Almansa. Pinto (Madrid)

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