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El fútbol se convierte en el segundo deporte más practicado por mujeres en España | Fútbol | Deportes

El crecimiento del fútbol jugado por mujeres en España ha sido exponencial en los últimos años. Hace justo una década, en 2014, cuando la selección todavía no había jugado su primer Mundial —fue en 2015—, había solo 44.873 chicas que se dedicaban a patear el balón de forma federada y cuatro deportes —baloncesto, golf, montaña y escalada y voleibol— tenían más adeptas que el balompié. Diez años después, el fútbol ha pasado por primera vez en la historia a ser la segunda disciplina más practicada por mujeres en el país. Según el Anuario de Estadísticas Deportivas 2024 que ha publicado el Ministerio de Educación y Deportes, a finales de 2023 había 107.853 fichas federativas, tan solo por detrás de las 138.267 licencias con las que contaba el básquet.

El récord de mujeres que han jugado en equipos esta temporada en España —nunca antes se habían superado los seis dígitos— llega después de los éxitos del Barcelona —tres Champions en los últimos cuatro años— y del Mundial que conquistó la selección española el pasado verano en Australia y Nueva Zelanda. Con todo, la final contra Inglaterra se ganó el 20 de agosto de 2023, a muy pocos días de que empezasen las ligas locales, provinciales y autonómicas. La Roja también alzó la Liga de las Naciones de la UEFA en febrero, el mismo mes en el que se clasificó para sus primeros Juegos Olímpicos, los que se celebrarán en París este verano. Es decir, algunos de los éxitos del combinado español y del Barça —el sábado pasado ganó en Bilbao la final de la Liga de Campeones al Lyon— llegaron este mismo curso, por lo que habrá que ver los efectos que estos tendrán el próximo año en el número de niñas que se animen a patear el balón.

Las jugadoras de la selección celebran la conquista del Mundial el pasado 20 de agosto en Sídney tras derrotar a Inglaterra en la final.CARL RECINE (REUTERS)

El auge de este deporte en las mujeres se ha disparado en la última década. Desde 2015, las fichas federativas han crecido todos los años —a excepción de 2021 debido a la pandemia de coronavirus—, la Liga F obtuvo la categoría de profesional por primera vez en la temporada 2022/2023 —las entidades son quienes explotan la competición y manejan los ingresos—, cada vez más equipos que no tenían sección femenina dan el paso de crearla —el Celta ha sido el último—, las niñas al fin tienen referentes como Aitana Bonmatí, la actual Balón de Oro, y todos los partidos importantes se televisan, algo que no ocurría hasta hace muy pocos años.

El fútbol femenino ha superado por primera vez este curso a la montaña y escalada (91.644 fichas federativas esta temporada) en licencias. El año pasado sobrepasó al golf (82.035) y en 2017 ya adelantó al voleibol (87.669). Aun así, el número de chicas que practican esta disciplina en España es muy inferior al de los hombres (1.140.658).

El camino para el crecimiento del fútbol jugado por mujeres ha estado lleno de baches. Las pioneras sufrieron la marginación de la dictadura y de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que se negó durante años a admitir en su seno el fútbol femenino. El organismo dio el paso en 1980, pero las condiciones en las que jugaron fueron pésimas hasta hace muy poco tiempo. Muchas acudían a la selección a costa de perder dinero y días de vacaciones —compaginaban el trabajo con el deporte—, pero sus reivindicaciones y su lucha abrieron la vía para que poco a poco y con muchas dificultades llegaran mejoras en todos los ámbitos, desde lo estrictamente deportivo hasta la preparación fuera del campo.

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Fuente EL PAIS

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