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Boric golpea la mesa en libertades individuales: anuncia una ley de aborto legal y empuja una ley de eutanasia

El presidente chileno Gabriel Boric ha anunciado este sábado ante el Congreso en Valparaíso que pondrá urgencia el proyecto de ley de eutanasia y cuidados paliativos que se encuentra en el Senado chileno, “en un acto de empatía, responsabilidad y respeto”. Además, en su tercera Cuenta Pública ante la Nación, en el hito republicano de mayor relevancia cada año, Boric ha remarcado la necesidad de tener un debate democrático en materia de derechos sexuales y reproductivos. En esa línea, adelantó que el Ejecutivo chileno, al que le quedan menos de dos años de mandato, ingresará durante el segundo semestre de este 2024 un proyecto de ley de aborto legal. “Las mujeres de Chile merecen su derecho a decidir”, ha apuntado Boric, que quiere avanzar respecto de la situación que rige en el país sudamericano desde 2017, cuando se legalizó la interrupción del embarazo en tres causales: peligro de la vida de la madre, malformación fetal y violación.

En una Cuenta Pública sin grandes anuncios, el presidente de izquierdas se dedicó principalmente a destacar los logros que, según él, se han alcanzado durante los dos años y medios de mandato. La novedad ha venido, justamente, en el ámbito de las libertades individuales, aunque no parece nada evidente que el Gobierno logre avanzar ni en aborto ni en eutanasia, porque no tiene mayorías ni en la Cámara de Diputados ni en el Senado. El Ejecutivo no ha logrado sacar adelante proyectos moderados relativos a las pensiones y a un nuevo pacto fiscal, sus prioridades. Todo parece indicar, por lo tanto, que los anuncios de Boric son sobre todo señales para su electorado –el 30% duro que lo apoya, según las encuestas– en medio de un 2024 y 2025 marcado por elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales.

En el Salón de Honor del Congreso en Valparaíso se produjo un momento tenso luego de conocerse los anuncios relativos al aborto y a la eutanasia: un diputado opositor ha abandonado la sala y fue seguido por un grupo de sus compañeros de sector político. “No es extraño que sea un diputado hombre el que se haya retirado de la sala. Porque son las mujeres las que tienen su derecho a decidir”, indicó Boric luego de que Sergio Bobadilla, diputado de la Unión Demócrata Independiente (UDI), de la derecha tradicional, saliera del salón. Los parlamentarios de oposición que lo siguieron son tanto de la derecha histórica como de la derecha extrema: Agustín Romero (Partido Republicano), Miguel Mellado (Renovación Nacional), Francesca Muñoz (Partido Social Cristiano), Sara Concha (Partido Conservador Cristiano), Gustavo Benavente (UDI) y Eduardo Durán (Renovación Nacional).

Las reacciones del mundo político han sido inmediatas. La actual alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, de la derecha tradicional UDI, que corre con ventaja para llegar a La Moneda en marzo de 2026, aseguró en redes sociales: “Una pena la falta de visión futura y lo pegado que está el presidente Gabriel Boric en temas que no son prioritarios y que solo le hablan a sus adherentes. Chile tiene otras urgencias y necesidades: seguridad, crecimiento económico, bajar listas de espera, recuperar aprendizaje de los niños, más y mejores trabajos, etcétera”, indicó Matthei.

Impulsar el aborto legal, libre, seguro y gratuito fue una de las promesas de campaña que llevaron a Boric a La Moneda. “No es misterio para nadie que la conformación actual del Congreso no está dada para eso”, dijo a fines de marzo a EL PAÍS la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, en alusión a la mayoría de la que goza la oposición en el Parlamento. El presidente ya venía dando luces de instalar el debate del aborto en Chile. El pasado 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer, el mandatario comunicó su intención de avanzar en una ley de aborto integral. Por esos días, Boric hablaba de que sus expectativas no eran ponerse de acuerdo con quienes han manifestado un rechazo permanente, sino con quienes están a favor. Como explicaba la ministra Orellana a este diario, hasta marzo no había un acuerdo entre las feministas. “Hay quienes plantean que hay que centrarse en una mejor aplicación de las tres causales (…) Y hay quienes consideran que hay que ir con una ley a todo evento”, describió la secretaria de Estado.

Sobre la práctica de aborto ilegal en Chile –los que quedan fuera de las tres causales actualmente vigentes–, los estudios más conservadores, como el del Instituto Melisa, en la Universidad Católica de la Santísima Concepción, señalan que se realizan unos 30.000 anuales. Mientras, otras estimaciones hablan de cifras de hasta 150.000 al año, como las que hace Instituto Chileno de Medicina Reproductiva, según la información que maneja el ministerio de la Mujer.

Además del proyecto de ley para el aborto integral, Boric aseguró que la sociedad chilena tiene un “gran tema pendiente” con la respuesta a quienes sufren enfermedades terminales incurables que conllevan una disminución avanzada e irreversible de sus capacidades. El presidente habló de ponerle suma urgencia al proyecto de ley de eutanasia para quienes sufren sufrimientos físicos “persistentes e intolerables, que no se pueden aliviar y que él o la paciente considera inaceptable”. La iniciativa legal está actualmente en el Senado.

José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, de la extrema derecha, publicó en sus redes sociales que su formación “siempre defenderá la vida” y que no dejarán que el Gobierno de Boric cambie la agenda “de las verdaderas urgencias sociales por una ideológica”. El diputado de la formación, Luis Sánchez, ha anunciado en X que van a cortar las relaciones con el Gobierno de Boric tras el anuncio del proyecto de ley de aborto integral. “Nos opondremos a la presencia de subsecretarios en comisiones legislativas mientras esto no se revierta”, escribió. “Hoy la prioridad debe ser la crisis económica y social que vivimos. No su agenda asesina contra la vida de niños”, añadió.

Tras el alud de críticas de los representantes de la derecha, la ministra Orellana defendió la idea de debatir sobre el asunto, remarcando que no se está intentando imponer una visión. “Podemos discrepar y hay múltiples puntos de vista. Pero lo que corresponde en un país con tradición democrática es que se respete la institución de la presidencia. En ese sentido, me parece que tratar al presidente de asesino, cuando no se está imponiendo algo, sino que se proponiendo debatir, está un poco más allá de lo que es un debate razonable”, aseguró a la cadena CNN Chile.

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Fuente EL PAIS

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