En 2025, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, no hace lo que en 2024: utilizar el 8-M para reclamar un día del hombre. Pero la ceremonia de premios con la que el Gobierno regional celebra el Día Internacional de la Mujer tampoco se desarrolla este viernes sin tensiones.
La izquierda, por boca de Manuela Bergerot (Más Madrid) y Mar Espinar (PSOE), compara con El cuento de la criada (el relato de un futuro distópico en el que las pocas mujeres fértiles que quedan son esclavizadas para tener hijos) que el Ejecutivo regional destine a natalidad fondos de la lucha contra la violencia de género, según la Cadena SER, o que ponga el acento en celebrar la maternidad. “Solo la mujer puede ser madre y es hora de afirmar lo que somos”, dice la propia Ayuso tras escuchar a todos los galardonados: desde la periodista Olga Viza a la influencer y maratoniana Verdeliss, madre de ocho hijos, pasando por Carmen Gutiérrez, doctora especialista en tratamientos contra la mutilación genital femenina, o una madre de 15 niños que recibe el reconocimiento dando las gracias a Dios.
Y si la izquierda se queja de las políticas de Ayuso, los portavoces del PP aprovechan los focos del 8-M para seguir la estela de las declaraciones de la presidenta el jueves en la Asamblea, donde aludió a los casos Errejón y Ábalos.
“Hoy la izquierda está un poco más tapada porque debe estar avergonzada”, lanza antes de que arranque el acto Alfonso Serrano, la mano derecha de Ayuso en el PP de Madrid. “Porque en un día como hoy las feministas progres deberían pedir perdón al conjunto de los madrileños, y especialmente a esas mujeres que no comulgan con su señalamiento y con su manera de ver esta lucha por la igualdad entre hombres y mujeres”, opina. “Son días difíciles para una izquierda que, mientras luchaba contra la prostitución, era curiosamente quien más la utilizaba”, suelta, tan tranquilamente. “La misma izquierda que, mientras señalaba cualquier tipo de agresión, tapaba las que ocurrían en el seno de su partido”, añade.
La referencia es doble. Una se corresponde con el caso que afecta a Íñigo Errejón, fundador de Más Madrid y Sumar, que dejó la política en octubre de 2024 a raíz de una denuncia anónima por presunto acoso publicada en las redes sociales, a la que siguió otra, ahora mismo judicializada, de la actriz y presentadora Elisa Mouliaá por un supuesto episodio de violencia machista. La otra está vinculada al caso que afecta a José Luis Ábalos, exministro de España y exsecretario de organización del PSOE, cuya expareja, Jessica R., estuvo contratada en dos empresas públicas dependientes del Ministerio de Transportes (Ineco y Tragsasec).
“Feliz 8 de marzo, señores de la izquierda, feliz 8 de marzo que se les ha quedado”, había dicho ya el jueves, durante el pleno de la Asamblea, la propia Ayuso. Tras esta afirmación, la presidenta remarcó que ya no sabía por cuántos casos van, “si ahora es el de (Íñigo) Errejón o el de (José Luis) Ábalos”, y añadió que la izquierda es un “gran ejemplo” para “contratar a sobrinas en empresas públicas o estudiantes de odontología en empresas de obras públicas”. “¿Cuántas tramas y cómo hacían eso de ir al Congreso de los Diputados para votar en contra de la prostitución y después celebrarlo?”, lanzó la pregunta al aire, para escándalo de los diputados de izquierdas.
La presidenta no retoma esa línea argumental un día después: “Muchas no queremos ser victimizadas en una eterna infancia que nos subestima de manera condescendiente”, dice, antes de reivindicar “un mundo de hombres y mujeres que se complementan, se buscan y se necesitan”. Pero con Ayuso imbuida en su papel institucional, de mantener el choque con la izquierda no se ocupa únicamente Serrano. También Carlos Díaz-Pache, el portavoz parlamentario del PP en la Asamblea regional, participa de la operación.
“Celebramos un 8-M un poco especial”, ha dicho el diputado en la Real Casa de Correos, sede del ejecutivo regional, donde se ha celebrado la entrega de los galardones con motivo del Día Internacional de la Mujer. “Es un 8-M en el que tenemos a la izquierda más callada que nunca”, ha seguido. “La ultraizquierda ha demostrado estos últimos meses que es más activista que feminista, porque han tapado casos de abusos porque les convenía políticamente, y se les ha caído la última pancarta que les quedaba”.
Expresiones que han encontrado respuesta en las portavoces de la izquierda. Así, la portavoz de Más Madrid en la Asamblea regional, Manuela Bergerot, ha apelado al Madrid feminista frente “al Madrid de Ayuso y Almeida de desigualdad y el trumpismo”. Y ha añadido: “Queremos reivindicar el feminismo como ese movimiento social que nos puede traer la libertad y la igualdad para todos y para todas”.
Por su parte, Mar Espinar, de PSOE, ha acusado a Ayuso de “despreciar” el feminismo, ha denunciado la brecha salarial de la región, y ha dicho: “Parece que solo ve a las mujeres como meros recipientes para traer hijos al mundo y somos mucho más”.
Fuente EL PAIS