En dos semanas voy a hacer el Camino de Santiago. Lo voy a hacer sola. Es algo que me apetece. Necesito salir de mi zona de confort. Y creo, que viajar con una misma es una buena forma de hacerlo. Cada vez que se lo cuento a la gente recibo la misma reacción: “¿Vas a viajar sola? ¿No tienes miedo? Qué valiente eres”. Como si hacer cosas sola siendo una mujer fuera por sí solo un acto de valentía. Serían muy diferentes los comentarios si fuera un hombre, o simplemente no habría comentarios. Estoy cansada de sentir miedo. El peligro y los porcentajes están ahí. Eso es obvio y no se puede pasar por alto. Pero creo que hay que tener cuidado con las palabras que utilizamos. No quiero ser valiente, solo quiero ser alguien que le apetece hacer un viaje y no depende de nadie para ello.
Rosana Giménez. Madrid
La vida después del cáncer
Estuve el otro día con una amiga que acaba de terminar su tratamiento contra el cáncer de mama, el mismo que padecí yo hace cuatro años (sí, en plena pandemia). “Nadie te habla del después”, protestaba. Y es que mientras los tuyos respiran porque todo ha terminado, para ti empieza. La recuperación física se mide, pero ¿qué pasa con la emocional? La ansiedad, el miedo que se siente en cada revisión y la lucha por recuperar la confianza en el propio cuerpo son batallas internas que se libran en silencio. La sociedad espera que una vez finalizado el tratamiento la vida retome su curso normal, pero ¿qué es normal después de haber enfrentado la posibilidad tangible de la propia muerte?
Natalia-Guiomar Álvarez Cobeña. Alcorcón (Madrid)
Cinismo
Se ha anunciado como un logro relevante que la Unión Europea va a sancionar a cuatro colonos israelíes y a dos organizaciones radicales por “graves vulneraciones de derechos humanos”. Cuánto cinismo. Los colonos —pero no solo ellos— actúan con violencia y total impunidad contra los palestinos porque el Gobierno de Benjamín Netanyahu lo permite. Y es este el primero en vulnerar de forma reiterada y desde hace años los derechos humanos de los palestinos. ¿Por qué no se imponen sanciones a Israel? La Unión Europea es rehén del victimismo interesado y de las presiones del Gobierno de Netanyahu.
Emanuela Cardoso Onofre de Alencar. Rivas Vaciamadrid (Madrid)
Niñas adictas al maquillaje
De un tiempo a esta parte, son cada vez más frecuentes los casos de cosmeticorexia en niñas preadolescentes. Un trastorno que las lleva a obsesionarse por alcanzar estándares de belleza, muchas veces condicionados por las redes e influencers. Estas niñas se ven bombardeadas con imágenes retocadas y cuerpos perfectos que las llevan a pensar que la apariencia física es lo más importante en una mujer, con repercusiones en su salud mental y física. Además de una necesaria regulación del contenido de las redes, es fundamental que se fomente una imagen más diversa y realista de la belleza y que, desde la infancia, se anime a las niñas a tener más confianza en sí mismas y a aceptarse tal y como son.
María Romero Moreno. El Prat de Llobregat (Barcelona)
Fuente EL PAIS