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La Guardia Civil investiga a otro sacerdote destinado en Málaga por quebrantar una orden de alejamiento de una mujer | Sociedad

La Guardia Civil investiga a un sacerdote de la provincia de Málaga por, supuestamente, quebrantar la orden de alejamiento que se le impuso tras acosar a una mujer con la que convivía, según denunció la víctima. Se trata de R. J. B., nacido en 1985 y destinado desde 2021 a los pequeños municipios malagueños de Canillas de Aceituno, Sedella y Salares, en la comarca de la Axarquía. Su abogado niega todos los hechos que se le imputan y ha explicado que el hombre se encuentra en libertad. El Obispado de Málaga, por su parte, ha afirmado que conocía las desavenencias entre ambas personas, “pero no podía intervenir al tratarse de cuestiones personales entre dos mayores de edad”, aunque ha reconocido que desconocía la existencia de una orden de alejamiento y si existía alguna relación entre ambos.

Fuentes policiales han relatado a Efe que en su denuncia la mujer explicó que convivía con el sacerdote en la provincia malagueña, pero que con motivo de varias discrepancias ella decidió mudarse a Madrid. Fue entonces cuando, según su versión, el párroco le pidió a través de numerosas llamadas de teléfono, mensajes y correos electrónicos que volviera a Málaga. La víctima denunció el caso entonces ante la Policía Nacional de la capital, donde se abrieron unas diligencias que luego se ampliaron en Vélez-Málaga, ciudad principal de la comarca de la Axarquía. Y, según fuentes del caso, se le impuso una orden de alejamiento de 300 metros del domicilio de la víctima o de cualquier otro lugar que ella frecuentara.

Más tarde, la mujer volvió a denunciar que mientras conducía por la autovía A-7 el sacerdote la rebasó con su vehículo y se rio de ella, que luego situó el coche delante del suyo y frenó, por lo que se vio obligada a adelantarle. Luego se le acercó por la parte trasera y activó las luces largas a menos de dos metros de distancia durante un tiempo. Por todo ello, al quebrantar supuestamente la orden de alejamiento, la Guardia Civil le detuvo a principios del mes de septiembre, aunque la noticia se ha conocido esta tarde. Entonces ejercía como párroco de las localidades de Canillas de Aceituno (1.722 habitantes), Salares (175 habitantes) y Sedella (598 habitantes). Antes había pasado tres años como Vicario parroquial de Santa Ana, San Aurelio y Purísimo Corazón de María, en Archidona (8.024 habitantes), también en la provincia malagueña.

El abogado del sacerdote ha explicado a EL PAÍS que rechaza todos los hechos relatados por la agencia Efe. “La defensa del imputado lo niega todo. Es falso”, ha asegurado al tiempo que ha afirmado que todo se aclarará en los juzgados. También ha afirmado que el párroco se encuentra libre en calidad de investigado. Por su parte, la Diócesis de Málaga ha afirmado que conocía los problemas entre las dos personas, pero que “desconocían la gravedad de los hechos”. En un comunicado publicado en la noche del miércoles aseguran que no podían intervenir “al tratarse de cuestiones personales entre dos mayores de edad” y que desconocían “la existencia de la orden de alejamiento.

El obispado asegura que se tomó declaración al investigado y ya pudo regresar a su casa. Y que en tanto el sacerdote como la mujer se denunciaron mutuamente en el caso, aunque solo le impusieron a él la orden de alejamiento, que según su letrado no ha sido quebrantada. “Los hechos se encuentran en fase de investigación; por tanto, hay que esperar a que finalice la instrucción de este procedimiento para hacer una justa valoración”, insisten desde la Diócesis de Málaga, donde creen que ese proceso servirá también para aclarar si hubo alguna relación sentimental entre ambos o si solo convivieron juntos.

La investigación se ha conocido apenas una semana después de que la Policía Nacional comunicase la detención del sacerdote Francisco Javier C., de 34 años, por abusar sexualmente de cinco mujeres a las que sedaba previamente. Los delitos de los que se le acusa —cuatro de agresión sexual bajo sumisión química y cinco contra la intimidad— fueron descubiertos a raíz de que otra mujer, con la que este párroco mantenía una relación en Melilla, hallara un disco duro en el que creía que habría películas, pero lo que encontró fueron las imágenes que él mismo había tomado durante los hechos. El cura se encuentra en prisión provisional desde el pasado 12 de septiembre.

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